Creadora de su propia marca, la diseñadora de joyas, ex modelo y comunicadora, busca apostar cada vez más en la inserción de nuevos elementos a la hora de crear en cada una de sus múltiples colecciones.
Catalogada por la revista Forbes como una de los 35 emprendedores con más futuro de Argentina, su carrera se empeña en dedicarse al arte y a la innovación de su marca, llevándola a comerciar su joyería de autor en el exterior, más precisamente en Londres, una de las capitales más famosas de la moda.
Aunque en su comienzo su profesión se perfilaba hacia otro rubro, la experiencia y el conocimiento obtenido, la ayudarían a llegar a lo que es hoy.
¿Qué te hizo dejar el modelaje y dedicarte al mundo de la joyería y el arte?
Después de trabajar de modelo, trabajé en comunicación estratégica, por varios años, en una multinacional. Terminé trabajando en Suiza, en la casa matriz de la empresa. Una vez allí renuncié y me mudé a Londres para ir a Central Saint Martins.
Siempre me gustó el diseño y el arte, me parecen modos de comunicarme y expresar los conceptos que me interesan. Mi arte es pura comunicación, voy más allá de la estética de la pieza, mis series siempre nacen de un concepto super desarrollado.
¿Qué fue lo que te impulsó a elegir el rubro de la joyería y no en otro derivado de la moda?
Empecé haciendo ropa, pero no me gustaba seguir tendencias, temporadas, etc. La joyería en su momento me liberó de esto. Podía ser más libre y tratarlas como piezas de arte únicas. Después fui haciendo cada vez más esculturas, muebles, luminarias, y arte en sí mismo.
Jugando con diferentes materiales y transformándolos en diversas formas; su arte dispara emociones y reacciones en la audiencia. Con obras que pueden ser desde esculturas a joyas que contienen plata, oro, piedras preciosas, semipreciosas, acrílico o cuero, Isabel Englebert, deja volar su creatividad diseñando experiencias, no solo meros accesorios.
En una entrevista dijiste que cada mujer debería tener al menos una joya favorita que la defina y la haga sentir especial ¿Cual es la tuya?
En general todos los brazaletes que hago son mis favoritos. Me parecen piezas muy fuertes, que acompañan mi personalidad.
¿Hay alguna pieza que hayas creado, pero no vendido por afecto?
En general me pasa con muchas piezas, que las hago, porque me gustan a mí particularmente, porque me inspiro algo emocionalmente cercano, y me cuesta muchísimo desprenderme. La serie Art Deco, que la diseñé estando embarazada de mi hija, es un ejemplo. Hoy el collar de esa colección lo tiene la Reina Máxima de Holanda, pero hay unos aros de esa serie que me niego a vender.
¿Qué te llevó a decidir irte al extranjero?
Me atraen mucho las distintas culturas, vivir en ellas, conocer a la gente. Me resultan una fuente de inspiración infinita. Al mismo tiempo soy Argentina hasta la médula, quiero mucho a mi país y a su gente. Hay unos profesionales en el ambiente de la moda, el diseño y el arte, que se destacan a nivel mundial. Tuve la suerte de cruzarme y trabajar con varios de ellos.
Otro de sus fesetas es la comunicación, y qué mejor que complementarlo con
un proyecto que la unifique con lo que más le gusta… Fashion Fix, una revista online, en donde despuntaba su vicio de comunicadora, haciendo un análisis del mercado, cubriendo eventos y poniéndose al día con las tendencias de las últimas colecciones. La falta de tiempo y la cantidad de trabajo, impidió la continuidad de este medio digital.
Por último le preguntamos, ¿Cuáles son tus próximos proyectos?, y nos contó;
Estoy cada vez más dedicándome al arte, este año voy a exhibir mi serie “Objeciones a la supremacía del objeto, a.k.a, Marcel Je T´aime”, en Miami.
Dentro de esta nueva colección, se le propone al público adentrarse en distintas instancias del pensamiento a través de imágenes sensoriales, ya sea visualmente, siendo esta más explícita, como con ideas abstractas e intangibles. Representándolos con diversos materiales y realizando investigaciones extensas y profundas, interiorizándose en estudios desde la neurociencia para comprender la repercusión de sus piezas en el cerebro humano.
Por Micaela Magnanelli
Commentaires