Porque la Moda no se reduce a Europa y Estados Unidos, las culturas asiáticas vienen pisando fuerte en las pasarelas hace años, y si quieren realmente encontrar tendencias, es ahí a donde tenemos que mirar. En las últimas semanas del mes de Marzo, las Fashion Week de Asia fueron furor, las calles de Tokyo y Seoul se convirtieron en las verdaderas pasarelas, y un fenómeno de tendencia ocurrió: una vez más, el retorno del look andrógino fue novedad.
El look andrógino se caracteriza por una ambigüedad en la silueta, que hace que no se pueda determinar el género de la persona, el sexo se elimina por completo, pero siempre se oscila en una especie de indeterminación.
La androginia aterriza en el mundo de la Moda de la mano de Cocó Chanel, en la década de 1920 y con la creación del look estilo garçonne. Las mujeres cortaron su cabello, vistieron los primeros pantalones, el talle de los vestidos se bajó de la cintura a la cadera, y las siluetas se empezaron a ver lánguidas y sin figura alguna. Cuatro décadas después la androginia vuelve con la icónica moda de las Gogó girls de los fervorosos años 60: nuevamente el pelo se acorta, las mujeres buscaban un físico estilizado sin curvas, sin el mínimo rastro de busto y cintura, y las prendas corte A fueron las predilectas.
Hoy, el look andrógino vuelve renovado, fresco, divertido y muy innovador. Los orientales están explotando el juego de la ambigüedad al máximo, con muchas nuevas propuestas y todas distintas entre sí. No hay un look determinado que podamos clasificar como en los 20s y los 60s, pero sí hay un hilo conductor: la búsqueda de confundir, el moverse entre un límite y otro, el ser todo a la vez y no ser nada de ello. La androginia hoy, no es un hombre con prendas femeninas ni una mujer con prendas masculinas, es nada más y nada menos que su mismísima definición, es puro concepto, lo más rico que le puede pasar a la Moda.
Por: Gisella Martino @gmartinoc
Fotos vía Vogue
